MI PEQUEÑA BUCANERA

 A donde tan apurada mi pequeña niña de seda ,

lastimas tus pies descalzos caminando por la acera , 

no dejes que el sol de unos ojos quemen tus alas , 

y borren la perspicacia de tu mirada pendenciera. 

A donde fueron tus conversaciones de atípica noctambula , 

y tu fragorosa labia de mujer serena, 

sera que perdiste tu suspicacia , 

entregada al oasis de los labios que hoy besas . 

Te reconozco valiente entregada a tu batalla , 

la reconoces perdida pero no te amilanas , 

te hundirás en tu barco como gran capitana , 

mientras las ratas huyen de buenas a primera . 

Atrás dejaste a posibles amantes , 

entre pianistas y bardos elegiste quimeras , 

valerosa alquimista hoy te proclamas , 

con tus botellas de ensayo inventaste la rueda . 

La tormenta se avecina y tu instinto lo sabe , 

arropas con mantos a tu adonis de turno , 

lo reconoces famélico y menesteroso  del alma ,

a pesar de que un día dejara tu refugio. 

Y dime pequeña bucanera,

 donde quedaron tus noches de asalto?

tu instinto de fiera corsaria,

amante de la bravura de aquel mar que se aleja. 

     

Inefable

 En tu mirada aun se escribe una historia,
aquella que aun no cuento,
mas mis dedos se desviven presurosos al roce de tu piel,
a la fragancia de tu cabellera que anhelo inhalar,
como aquella droga suicida que nos lleva a la locura.
Así son tus labios,
aquellos que pronuncian mi nombre en la distancia,
y me mantienen inerme ante la violenta llamarada llamada vida.
Somos esa historia jamas contada,
que empezó en un lienzo y aun no acaba,
la pincelada perdida entre el color de tus pupilas,
aquellas que tanto me cuestan replicar.
Entre tanto y tanto no me culpes,
si se me escapa un te quiero o un te necesito,
no me avergüenza decir que deseo probar de tu cuerpo,
por que hoy te siento mía a pesar de no tenerte,
de no sentir tu presencia a mi lado,
de no percibir tu aroma en mi cama,
la agonía de no poder recorrer tu espalda.
Y si estas leyendo esto no me juzgues,
amarte es inevitable,
por que se que estas ahí tácitamente,
y yo aquí esperando encontrarte.